Testamento del uno para el otro

Creamos bienes, para dejar legados de estabilidad a quienes amamos. Más, existen normas que se deben cumplir a cabalidad para que el acto de testar, sea apegado a la ley y no pueda ser refutado. Aunque en todo este proceso del testamento del uno para el otro debes ser asesorado y avalado por abogados especialistas en herencias y sucesiones, esta información le servirá como buena guía referencial para cotejar lo que se le diga con lo que las leyes han expresado.

Recuerde que el buen conocimiento es un poder que nos ayuda en la práctica a contrarrestar errores propios y por igual, los que puedan incidir negativamente en nuestros seres queridos.

 

Sobre el testamento del uno para el otro

Conocido como el testamento del uno para el otro y después para los hijos, es el documento de legado de sus bienes muebles e inmuebles, además de toda manera de divisa o joyas u otros, entre los propios cónyuges, con el fin de poder darle uso y disfrute tras el fallecimiento de cualquiera de los dos.

Según el formato matrimonial o sí hay hijos propios o adoptados, habrán efectos o alcances distintos ante las leyes. En el caso de los hijos, es imprescindible el respeto a la parte que por ley les toca a los herederos forzosos.

El testamento del uno para el otro insta –por aplicación- al pago del impuesto de sucesiones en 2 ocasiones, por existir una doble transmisión, siendo la primera entre los cónyuges y luego a los hijos, en base a la parte que al final heredará el o la cónyuge.

Aunque este formato de testamento se ha establecido de común entre las parejas que deciden o no pueden tener hijos y, resulta que con el tiempo los llegan a tener o adoptar, muchos juristas sugieren que se dé otro tipo de testamento, a saber:

“Aquel en el que se hereda al cónyuge en usufructo universal y vitalicio, asegurándose el cónyuge vivo que podrá disfrutar de los bienes sin disponer del patrimonio, permitiendo al resto de los herederos forzosos (ascendientes o descendientes) poder contar sin pérdida alguna, del patrimonio integro a la muerte del que era el cónyuge sobreviviente».

Testamento del uno para el otro

Elementos a resaltar del testamento del uno para el otro

La ley protege a los herederos forzosos, sean descendientes o ascendientes y, cuando ninguna de estas no exista, a la pareja. El testamento del uno para el otro permite que eso se logre en su justa medida, sin afectación de las partes.

Este acto jurídico lega el uso y disfrute de los bienes muebles e inmuebles, pero no de la propiedad.

Todo cónyuge recibe automáticamente los bienes a partir de la muerte de su pareja para su goce, incluso cuando los herederos quieran contravenir ante un juez ello.

La pareja terminará de ser usufructuaría en caso de renunciar a los derechos, o fallezca. Eso implica que, en caso de heredar un apartamento, casa o finca, podrá tenerla en alquiler o utilizarla como lugar de reuniones de una organización, pero no podrá venderla. El dinero ganado por ello, será de su propiedad.

El testamento del uno para el otro funge como un elemento conciliador ante su flexibilidad, ya que –con la asesoría de un abogado especialista y la venia del juzgado- tanto la persona viuda como los herederos forzosos podrán acordar la cuantificación del bien o los bienes, pudiéndole pagar a éstos el valor del usufructo, tanto en propiedades como en otras formas de pago.

Por igual, la persona viuda puede elegir a través del testamento del uno para el otro, poder usufructuar de forma vitalicia a toda la herencia o tener el dominio pleno de una tercera parte de esta.

De igual manera y bajo decisión personal, el testamento del uno para el otro puede atenerse a las variantes de: a) Repudio a la herencia en su totalidad, por parte del cónyuge; b) Renuncia a la herencia a favor de otro heredero forzoso; c) Renuncia a la herencia en favor de una tercera persona.

 

Otras consideraciones sobre el testamento del uno para el otro

En el caso de que los descendientes del fallecido no son hijos del cónyuge superviviente, este decidirá si desea disfrutar del usufructo vitalicio o si exigirá el pago de este mediante bienes concretos o dinero.

En cada testamento del uno para el otro se incluye por ley la cautela socini, cláusula que indica que si alguno de los herederos busca impugnación del testamento, su parte a heredar se reducirá de forma automática a la legítima estricta, lo que aumentará la parte del resto de herederos.

Esta cláusula evita la codicia o retaliaciones contra el cónyuge sobreviviente, sea o no su pariente consanguíneo.